Entre el año 1992 y 1995  Bosnia se enfrentaba a la Serbia proyugoslava y se recrudecía la guerra balcánica que empezaba en 1991 con la salida eslovena de la «unidad» yugoslava de forma «medianamente» pacífica. El genocidio, los asesinatos, los juicios sumarísimos volvían a reaparecer en Europa.

La Bosnia-Herzegovina de hoy día es un galimatías de etnias, confesiones religiosas y rencillas que no se han subsanado desde el final de la guerra. En consecuencia nos encontramos ante un grave problema en nuestra «gran» Europa unida. Es un tema que la comunidad internacional debiera tener muy en cuenta e intentar solucionar un problema importante para la estabilidad europea.

 

Un recuerdo para las víctimas y mutilados físicos y psíquicos de esta cruenta guerra que paradógicamente a mi «me dio la vida»